martes, 14 de julio de 2015
“El Negocio”… ¿Putear? vamos que después de verla, TODAS lo hemos pensado.
Por muchos años estuve entregada a una relación que no fue a parar a ningún lado y cuando salí de allí solo quería una cosa: "putear". De todas las formas lo intenté, pero al final nada se dio. Y no hablo de que me paguen por sexo, sino de salir con un tipo, divertirme y gozar (muajajaja), pero descubrí que en este país a los hombres no les gusta que las mujeres le lleven la delantera. A mí en cambio me fastidia andar con falsas poses, más bien si un hombre me gusta procuro ir al grano, pero a ellos les encanta tener el control ¿estar en el papel del amante usado? ¡Jamás!, por eso se buscan a las que fingen ser bobas, aunque no sean bobas (me disculpan el pleonasmo)… ya me lo había dicho una amiga: “es que tú eres muy directa marica”, seguido de otro amigo, un poco exagerado: “si le estoy cayendo a una chica bella y me sale con que solo quiere sexo yo huyo, esa me va a robar los órganos”.
Lo cierto es que en medio de mi época de desempleo tuve mucho tiempo de ocio y descubrí que existía “El Negocio”, serie de prostitutas que le dan un giro al oficio más viejo del mundo aplicando el marketing. La serie me envició hasta tal punto que una idea paso por mi mente: "putear en serio". ¡Vamos que no es “Sin Tetas No Hay Paraíso”!, esto tiene una factura a otro nivel, son mujeres bellas, educadas y elegantes, pero que putean; tienen buenos carros, viven en buenas zonas, comen en los mejores restaurantes y los clientes por supuestos están divinos. ¡No voy a caer en moralismos!, ya seguro más de una está persignándose al leer esto cuando en verdad se la han donado a cualquiera o al novio de turno por menos de eso… pero obvio se trata de una ficción y lo más probable es que esa puesta en escena esté muy lejana a la realidad.
Esta bien, no voy a engañar a nadie, después de tener ese pensamiento empecé a sentir culpa, ¿realmente quiero prostituirme?, ¡no!, pero eso es lo que logran los medios y la televisión, ¿por qué no pueden conseguir que la gente sea moralmente correcta o mejores personas?, aunque hayan cientos de programas que estén destinados para ello, aja, porque quizás el problema en sí no sea la programación sino el televidente. Aunque la culpa se me quitó una noche viendo otro programa, “Avenida Brasil”, y fíjense lo vi en familia, en él Suelen (una boliviana indocumentada que vive en Río de Janeiro), se dedica a putear a lo largo de toda la telenovela. Aunque no sea directamente por dinero, termina acostándose con todos los vecinos “en edad de merecer” de El Divino, el barrio donde vive. El personaje en realidad es encantador y saca más de un risa, que casi siempre culmina con un “coño, qué puta es Suelen”. No recuerdo quién mencionó la frase en esa ocasión, pero mi cuñado intervino entre risas diciendo lo que lo caracteriza, la pura verdad: “Suelen hace lo que todas las mujeres quisieran hacer, pero ninguna se atreve”.
Así que, dejando atrás el dilema entre si putear o no, porque quizás en el fondo lo que quiero es encontrar al hombre de mi vida y listo, le comenté a una buena amiga: es que yo creo que no he encontrado el hombre para mí, porque cada vez que abro la boca la cago, porque mi forma de pensar no es de acá. Ella muy bella y sincera (tan linda, te amo, aprovecho para enviarte un abrazo lleno de afecto y amor) me contestó: primero, si quieres encontrar al hombre de tu vida no dejes que lea lo que escribes en tu blog, ni en tu Facebook, mejor ¡no le des tu FB! Y segundo, quizás tu forma de pensar pueda resultar algo exótica en “Europa” o no sé, en algún lugar de la Antártida…
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