martes, 14 de abril de 2015

El sexy amigo de mi hermano y la anécdota del Sexting.

El sexy amigo de mi hermano y la anécdota del Sexting.
Años después de dejar mi ciudad natal para estudiar en la universidad y luego para trabajar en la capital, decidí regresar, y vaya que me llevé más de una sorpresa, entre ellas, el amigo más feo de mi hermano (en mi último recuerdo parecía un renacuajo) se había transformado en un hombre muy, muy guapo, altote, altote, bien alto, con aquella barba y un sex-appeal de impacto.
La sorpresa no llegó hasta allí, porque hubo feedback, ¡el hombre me pidió mi whatsapp!, pero antes de iniciar si quiera una relación de amistad me llamaron para trabajar y nuevamente me tuve que ir.
Sin embargo periódicamente empezamos a chatear y como suele pasar en ese tipo de situaciones, las conversaciones se fueron tornando cada vez más hot. Pero para quién sabe que casarse con un abogado es mal negocio porque al divorciarse te dejará en la ruina, también sabrá el equivalente de escribirse notas hot con alguien que es escritor.
Y yo para escribir me destaco, así que me vendí como una tigra. Yo a ese hombre le dije que si lo tuviese al frente le haría de todo, casi reinvento el kamasutra: que si el triángulo del amor, la pierna en alto, el helicóptero, ¡el barco!, (por cierto a quién se le habrá ocurrido “el remolcador”), qué carajo, a ese ser no lo iba a ver jamás, pero por cosas de la vida me tocó verlo y por supuesto él quería “acción”, así que fuimos a dar a su tipo estudio de soltero.
Total que era para yo amanecer extasiada, en cambio amanecí fue vestida, arropada (ocupando casi toda la cama), con el cabello húmedo, el rímel corrido y sin recordar nada de lo sucedido, ni hablar de mi olor a alcohol etílico. Él, por su parte, permanecía sentado en un rincón mirándome cual psicópata y al verme despierta "me despachó".
Yo no le volví a escribir, él tampoco me escribió a mi. Pero como el que está vivo siempre aparece, pasado los meses una noche me enfrentó y yo me atreví a preguntarle ¿qué pasó?. Él respondió: <<no sé… al parecer estabas nerviosa y bebiste demás... comenzaste a decir cosas locas, me insistías en qué querías hacer pipí, te llevaba al baño y te desmayabas; vomitaste y te tuve que duchar, te agarraste la cama solo para ti, no me diste espacio ni con qué arropar, "empezaste a llorar por alguien más" y cuando te insistí para ver si por fin te podía tocar, "te burlaste de mi miembro viril, te volteaste y empezaste a roncar"... desgraciada>>
Lo que empieza como sexting, como sexting debe quedar.


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